Sobre mi
Me llamo Natalia. Soy psicóloga y psicoterapeuta.
Sentí fascinación el día que descubrí la psicología clínica y desde entonces no he querido parar de aprender más sobre las personas y sus formas de afrontar los conflictos y las dificultades personales.
Acompaño procesos de desarrollo personal desde una mirada respetuosa y centrada en el cliente. Considero que tú eres la experta en tu vida y en tu historia. Si tú quieres, puedo acompañarte en este camino de transición o cambio hacia un punto de mayor bienestar personal, de resolución de conflictos personales o de simple crecimiento personal
Pronto en mi andadura profesional empecé a trabajar con adicciones. A la vez cursaba el máster de Terapia Cognitivo Social, que me ofreció la visión que tengo hoy de que dos “mismos” problemas no son nunca iguales, que cada persona con la que trabajo es única y ella tiene la información y la clave para llegar a la resolución o mejora de la situación que la trae a terapia.
Viví en Reino Unido durante cinco años, donde trabajé con ex reclusos de alto riesgo y en estrecho contacto con prisión. También descubrí un poco más de cerca el trabajo con trauma, que me apasiona. De esta etapa, me llevo lo que comunmente llamamos “apertura mental”, la capacidad de mirar a las personas y sus situaciones desde una perspectiva más abierta y flexible.
Antes de volver a casa, tuve la oportunidad de viajar y conocer mundo durante casi un año, sin duda una de las mejores y más transformadoras experiencias de mi vida. Aunque la mayor transformación estaba aún por llegar, convertirme en madre desmontó por completo la vida que solía tener y giró los valores que sustentan mi existencia.
Una vez establecida de nuevo en Barcelona, compaginé el trabajo en el campo de las adicciones con la práctica privada, hasta que en 2019 decidí focalizarme en esta última.
Actualmente ofrezco terapia individual a adultos, online y presencial.
He continuado y continúo formándome y actualizándome a nivel profesional durante estos más de 15 años por dos motivos: porque me encanta aprender nuevas formas de entender y acompañar a mis clientas y a mis clientes, pero sobre todo porque lo considero un deber ético como profesional de la psicología.
Lo mejor de mi trabajo es ser testigo del crecimiento personal que hacen mis clientes, observar como aprenden a gestionar sus vidas y sus conflictos desde un lugar más consciente, con nuevas herramientas que les ayudan a dejar atrás patrones muchas veces disfuncionales. Ver como llegan a ese lugar de mayor bienestar personal Eso lo que más me gusta de mi trabajo.